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Uruguay fue reconocido por su transparencia en la gestión racional de químicos
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Uruguay fue reconocido por su transparencia en la gestión racional de químicos

En 1992 entró en vigor el Convenio de Basilea, y Uruguay fue sede de su primera Conferencia de las Partes, celebrada en Piriápolis. El objetivo primordial es proteger la salud de las personas y el ambiente, frente a los efectos perjudiciales de los desechos peligrosos.

Entre otros aspectos, apunta a la disminución en la generación de este tipo de desechos y la promoción de su gestión ambientalmente racional donde quiera que se realice su eliminación, así como a la restricción de los movimientos transfronterizos de los desechos peligrosos.

El Centro Coordinador del Convenio de Basilea para América Latina y el Caribe (BCCC) con sede en Uruguay, opera desde 1998 en las instalaciones del LATU, mediante acuerdo con el Ministerio de Vivienda, Ordenamiento Territorial y Medio Ambiente (MVOTMA).

El BCCC coordina una Red de Centros Regionales del Convenio de Basilea conformada por: Centro Regional Sudamericano del Convenio de Basilea —Argentina—, Centro Regional del Convenio de Basilea para Centroamérica y México —Panamá— y Centro Regional del Convenio de Basilea para el Caribe —Trinidad y Tobago—.

El Centro al estar ubicado en el LATU cuenta con salas de conferencias, laboratorios, profesionales y expertos en una amplia gama de la temática de químicos y desechos. Posee además una oficina especial para el manejo de fondos, permitiendo la transparencia necesaria para su adecuada gestión, haciendo posible la realización de toda clase de adquisiciones y contratos nacionales e internacionales.

Con motivo de los 30 años del convenio de Basilea, firmado el 22 de marzo de 1989, se realizó una recepción en Ginebra (Suiza). En ese marco, los centros de Basilea y Estocolmo de Uruguay recibieron puntaje de excelencia por su efectividad, eficiencia y transparencia en la gestión racional de químicos, dando cumplimiento al compromiso país.

El convenio de Basilea está vinculado al movimiento transfronterizo de desechos peligrosos y el de Estocolmo a los compuestos orgánicos persistentes.

En el marco de la evaluación de los centros regionales, que se realiza cada 4 años en la Conferencia de las Partes (COP), los centros de Uruguay recibieron el máximo puntaje.

Entre los aspectos considerados está: la capacidad para ayudar a las partes a cumplir con las obligaciones emanadas de los Convenios; logros concretos y medibles en la transferencia de tecnología; la cooperación y colaboración en las sinergias de los diferentes convenios de químicos; la capacidad de identificar diferentes fuentes de financiamiento; y la demostración de eficiencia, efectividad y transparencia.