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Encuentro Nacional de la Mesa Tecnológica de Oleaginosos
El 9 de octubre de 2024 se realizó una nueva instancia del Encuentro Nacional de la Mesa Tecnológica de Oleaginosos (MTO) en el Auditorio del Parque de Innovación del LATU, con avances de proyectos para afianzar la calidad y diversificar el sector oleaginoso.
Este evento, en su edición Nº 13, se ha consolidado como un espacio clave para el análisis y la discusión sobre la competitividad de toda la cadena productiva de oleaginosos en Uruguay.
La apertura de la jornada contó con palabras del ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca, Fernando Mattos, del presidente de la MTO, Roberto Verdera, y del presidente del LATU, Ruperto Long.
Bajo el lema “+ allá de la soja - explorando las oportunidades con colza, carinata y camelina”, el Encuentro abordó la diversificación en la producción de oleaginosas. En este sentido, se contó con un panel dedicado a analizar las oportunidades de las oleaginosas invernales y se presentaron los avances del proyecto “Buenas prácticas agrícolas en el cultivo de colza para satisfacer exigencias de mercados de alto valor”, desarrollado en una colaboración entre el INIA, el LATU, la MTO, la Facultad de Agronomía y el Centro Universitario Regional Litoral Norte de la Universidad de la República.
A la par de ello, hubo una presentación a cargo del equipo de la Unidad de Economía Aplicada del INIA sobre los principales indicadores del Observatorio de Oleaginosos Uruguay, que relevó el impacto del sector en la economía nacional y las perspectivas para la próxima zafra.
El aporte del LATU a la cadena de oleaginosos
En su alocución, Long comenzó valorando el trabajo colaborativo en el marco de la MTO, donde se da “una saludable combinación de gente que venimos de distintas áreas, que nos vamos complementando”. En este sentido, planteó que “en la medida que los mercados son más exigentes, cada vez demandan más cosas y productos más sofisticados, todos tenemos algo para aportar”.
El presidente del LATU destacó el compromiso de la institución con el sector de oleaginosos y con la cadena de granos en general. Subrayó el hito que implicó la creación de un manual de buenas prácticas para laboratorio de granos y su implementación, primero en soja y luego en otros granos, como la colza, trabajando con la visión puesta en la aptitud industrial, para el mercado y para el consumidor final del producto.
Estos esfuerzos, desarrollados en el marco de los proyectos "Aseguramiento de la calidad de los laboratorios" y "Agregando valor a la cadena de granos”, buscan estandarizar y mejorar las prácticas en los laboratorios, capacitando a más de 50 referentes por cada proyecto y asegurando la calidad en los procesos de producción y almacenamiento, con impacto en todos los laboratorios estudiados, incluso en aquellos que antes de la intervención de LATU tenían un sistema de calidad implementado. En ambos casos el financiamiento estuvo a cargo del LATU y se contó con la participación de la MTO, la Asociación de Comerciantes de Granos, el Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca y la Cámara de Surveyors.
El Laboratorio también desarrolla el servicio de Ensayos de Aptitud en soja y canola, entre otros granos como trigo, maíz, cebada y arroz.
Por otra parte, a través de Latitud, su fundación para investigación, desarrollo e innovación, se trabaja en la optimización industrial y en procesos de almacenamiento de granos. Desde allí, se enfoca en el desarrollo de soluciones innovadoras y sostenibles que mejoren la eficiencia en toda la cadena de valor, desde la siembra hasta la post-cosecha.
En el ámbito del almacenamiento, Latitud trabaja en la implementación de tecnologías y procesos que garantizan la calidad y conservación de los granos, reduciendo pérdidas y asegurando una mayor competitividad en el mercado internacional.
